Cooperación internacional desde los feminismos
Suecia ha decidido en octubre del 2022 poner fin a su innovadora política exterior autodefinida feminista después de casi una década. En 2014 Suecia se proclamaba como el primer país en el mundo en tener una política exterior feminista. Después vendría otros países como Canadá, Luxemburgo, Francia, México, España y Libia, y parece que en breve también lo harán Alemania y los Países Bajos. En el marco de estas políticas exteriores están incluidas, de forma directa o indirecta, las políticas de cooperación internacional que también se presentan como feministas. Sin embargo, el impulso feminista en política exterior se ha visto truncado con el cambio de gobierno de Suecia y la entrada de un partido de extrema derecha. Esto demuestra que el cambio hacia una política exterior feminista exitosa debe transcender las convicciones políticas y convertirse en una prioridad internacional para consolidarse.
España es uno de los pocos países que ha lanzado una guía de su política exterior feminista y que cuenta con una Agencia Internacional de Desarrollo, AECID, que dice ser #cooperación feminista. En diferentes foros realizados desde las instituciones, el tercer sector y los movimientos de base, se debaten desde hace años los retos y desafíos que supone el logro de una política exterior y de cooperación feminista. En el centro de este debate está el definir los objetivos y los ejes que articulan estas políticas feministas, y cómo se materializan. Y ahora se suma consolidar las propuestas feministas de cambio. De hecho, recientemente en el mes de septiembre, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo y Oxfam Intermon organizaron una Jornada – Debate “Política de cooperación feminista. Retos y oportunidades en el contexto actual”. En dichas jornadas se invitaba a participar a la reflexión acerca de cómo transitar hacia una cooperación, necesariamente feminista, que logre un verdadero impacto transformador y promueva cambios estructurales y sistémicos. Solo unos meses antes Oxfam Intermon había presentado su documento de debate y propuesta “Más allá de las palabras. Hacia una política de cooperación feminista y transformadora” donde presentan algunas directrices a seguir. También La Coordinadora de organizaciones para el desarrollo había definido su marco conceptual afirmando que “la cooperación feminista busca la trasformación de nuestras sociedades, que son capitalistas, patriarcales, androcéntricas, coloniales y racistas”. Si bien parece existir un gran avance por parte de algunas organizaciones en resignificar la política exterior y de cooperación desde lógicas feministas el debate no está cerrado y todavía hay espacio a aportaciones tan importante como las de la economía feminista.
El VIII Congreso de Economía Feminista quiere participar de este dialogo abierto sobre Política Exterior y de Cooperación desde los feminismos y poner el foco en el lugar que ocupa la economía feminista. El objetivo es abrir un espacio de reflexión y diálogo que permita sentar las bases de cómo debe ser una economía exterior y de cooperación internacional feminista desde las propuestas transformadoras de la economía feminista. Conscientes de las objeciones que pueden suscitar hablar de economía feminista y política exterior y cooperación internacional consideramos que es un debate que a pesar de ser complejo debe ser abordado.
En el marco del congreso de Economía Feminista invitamos a actores locales e internacionales, de América Latina y el Carible, de las instituciones, de las agencias de cooperación, del tercer sector, de los movimientos sociales, de los grupos de base a que compartan sus reflexiones y experiencias en torno a cómo una política exterior y de cooperación feminista se debe construir desde la economía feminista. En la web del VIII Congreso de Economía Feminista podéis encontrar más información sobre el congreso y todas las temáticas que aborda además de la presente de Política Exterior y Cooperación Feminista. Las vías para participar son a través de: 1) comunicaciones orales o escritas/posters; 2) talleres, debates y otras propuestas culturales y artísticas; 3) datathon feminista sobre violencias machistas; 4) open space; 5) expositoras. En el siguiente link tiene más información respecto a las diferentes formas de contribuir. Para garantizar la participación de todas aquellas personas y entidades que lo deseen, el plazo para presentar propuestas se ha ampliado hasta el 30 de noviembre de 2022. Os invitamos a que participéis y a que hagáis diseminación y compartáis esta información con aquellas personas y organizaciones que puedan estar interesadas en participar de alguna manera. No queremos que ninguna voz se quede fuera del Congreso.